En la
actualidad el periodismo deportivo se aleja de la neutralidad y la objetividad,
para realizar un periodismo de bufanda, defendiendo a un gran club a través de
tertulias de chillidos como un hincha enardecido más, con el objetivo de ganar
audiencia, y en el que apenas se informa de los clubes de menos importancia.
Hoy en día se
admiten con máxima naturalidad declaraciones como la que le hizo Tomás Roncero
a José Miguélez en una entrevista. "Me aburría mucho el periodismo
objetivo, porque ser objetivo es el estado de la nada". En realidad, en
sus inicios, Roncero fue un periodista neutral, que buscaba historias para 'El
Mundo', pero hoy, como redactor jefe de As, expone su madridismo en cada
sílaba. Él, sin embargo, defiende su tesis del fanatismo con energía, porque
"lo mío no es periodismo de bufanda, es periodismo auténtico. A la gente
debes decirle lo que piensas, no lo que quieres decirle para
manipularle".
Lo cierto es
que el periodismo de hoy ya no sabría sobrevivir sin discusiones, sin tertulias
y sin esos periodistas que se convirtieron en personajes y que radiografían la
cultura del hincha.
Nicolás Rivas
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