El
periodismo español no está atravesando su mejor momento. Las salidas al mercado
que ofrecen las ciencias de la información son escasas y casi siempre en unas
condiciones precarias. La calidad del
servicio o de la información que nos proporcionan los medios es preocupante ya
que la objetividad y la independencia que deberían tener los periodistas están
condicionadas a los grandes conglomerados empresariales que los mantienen.
El
periodismo deportivo es el sector más afectado por esta cuesta abajo general de
los servicios de información. En el mundo del fútbol, la prensa escrita de este
país está claramente situada en uno de los dos equipos principales (Barça y
Madrid). Todos sabemos que “Marca” y “As” son madridistas y que “Sport” y
“Mundo Deportivo” son culés. Se trata de
la anti-objetividad ejemplificada, y cada vez va a más. Por no hablar de la
calidad de la información: portadas que dan exclusivas basadas en meros rumores
de bar o habladurías. Periódicos tanto de un bando como de otro han publicado
como verídicos decenas de fichajes de jugadores que luego nunca se han
efectuado. “Marca” lanzó la exclusiva en 2009 del fichaje de David villa por el
Real Madrid, fue un verano en el que el periódico aseguraba día tras día que el
asturiano estaba más que atado por el equipo de la capital. Finalmente Villa
ficho por el Barcelona dos veranos después.
Los
programas deportivos televisivos son los que más notan el descenso de calidad
en periodismo. Las tertulias futboleras que ofrecen las cadenas televisivas son
circos en los que importa más el espectáculo y la farándula que el análisis
deportivo: se insulta, no se respetan los turnos de palabra, los periodistas
acuden al plató con las camisetas de los equipos que defienden…Es preocupante y
llamativo el gran parecido que guardan los debates deportivos con programas
sensacionalistas como “Sálvame” o “Gran Hermano”. Cada día sorprende más los
límites a los que pueden llegar programas de referencia como “Punto Pelota”,
ayer sin ir más lejos, Siro López, uno de sus colaboradores llegó al programa
con una lesión en el ojo supuestamente causada unas horas antes por otro
periodista deportivo.
Esperemos
que la buena generación de periodistas que se está formando en España
reconvierta el periodismo deportivo en un oficio objetivo, profesionalizado y
limpio.
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